El precio de Ethereum (ETH) alcanzó este domingo un nuevo máximo en lo que va del año al superar los USD 3810, impulsado por una combinación de factores institucionales, técnicos y regulatorios.
En las primeras horas del sábado, ETH tocó los USD 3.737, un nivel que no veía desde marzo. El segundo criptoactivo más importante del mercado no solo muestra una sólida recuperación, sino que comienza a posicionarse nuevamente como un activo clave para inversores institucionales.
ETF, ballenas y regulación: el combo que empuja a ETH
Uno de los principales catalizadores del alza son las entradas récord en los nuevos ETF spot de Ethereum aprobados en Estados Unidos. En un solo día, estos fondos acumularon entre USD 720 y 900 millones, con gestoras como BlackRock, Fidelity y Grayscale al frente. El dato es significativo: muestra un creciente apetito institucional por el ecosistema de Ethereum.
En paralelo, se observa una marcada acumulación por parte de “ballenas”, es decir, grandes tenedores de ETH. Según reportes, estos actores están retirando activos de exchanges y moviéndolos a carteras frías, una señal de confianza en el mediano plazo. Incluso una antigua billetera vinculada a un hackeo de Coinbase se reactivó para adquirir más de 650 ETH en la zona de los USD 3560.
Además, el marco regulatorio parece estar jugando a favor. La aprobación de leyes como la GENIUS Act y la CLARITY Act en Estados Unidos dio mayor claridad legal a los activos digitales y abrió la puerta para que, antes de fin de año, se habilite el staking de ETH dentro de los ETF. Esto podría atraer aún más flujos al ecosistema.
Perspectiva técnica y próximos niveles
Desde el punto de vista técnico, Ethereum logró romper con fuerza una zona de resistencia clave entre los USD 3620 y 3700. Con este nuevo impulso, analistas ven como próximos objetivos los USD 3820 y hasta los USD 4050, aunque advierten que podría haber tomas de ganancias a corto plazo.
El volumen de futuros abiertos (open interest) en derivados de ETH ya supera los USD 52.000 millones, lo que muestra un alto interés especulativo pero también un riesgo: si el precio se estanca o corrige, los movimientos apalancados podrían generar volatilidad adicional.
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